Un chico de Toledo, entraba por el arco de meta en el pueblo cantabro a pie de mar. Complicada empresa me habia propuesto a principios de febrero despues de la media maraton de Getafe que era bajar de 36 minutos en 10k en esta carrera.
Sabia que estaba en el limite y que hasta el mas minimo detalle, decantaria la balanza hacia el 35 o el 36. No estaba nada equivocado. A las 18:00 dieron el pistoletazo de salida, y entre mucho, tuve que abrirme paso para poder empezar a corretear bien. Previo de carrera, sabia que el primer kilometro era fundamental, y quemarme en el, seria un suicidio para lo que quedaba… Muy poco me quemé… de hecho creo que debido a este kilometro se me fue el tiempo, pero no hay escusas. El primero, lo pase en 3:40, 5 segundos mas lento de lo que estaba estipulado…
Rapidamente empiezan a pasar los kilometros.. ninguno por encima de 3’35”, que era el ritmo adecuado para superar la barrera del 36. Llego al fatidico kilometro 5, donde como me dijo Ramiro “hasta el km 5 todo el mundo corre”. Efectivamente, empiezo a recoger cadaveres y entre estos, intento meterme en algun grupillo formado para resguardarme del viento. Sabia que estaba gastando mucho al tirar solo. Me metia en grupos pero veia que iban lentos, veia que si me metia ahi, quizas perderia 4 o 5 segundos por kilometro, a pesar de que llegaria mejor, pero prefiero llevar mi propio ritmo y lanzarme a por tiempo que esperar a ver que pasa. Es mi estilo, prefiero morir de pie que vivir de rodillas pense… Asi que paso de grupos, y sigo tirando, contra el viento, contra el cansancio…
Asi, voy pasando kilometros, y al pasar a un grupo de estos, veo que hacen el esfuerzo de aguantarme, pero ninguno se atreve a tirar. Los tenia a todos a fila. Ya llega el km 8 y aqui el viento soplaba demasiado fuerte de cara. Me sentia como parado, y mirando para atras, nadie de los que se han enganchado se atreven a tirar. Ellos tenian en mi, lo que yo fui buscando toda la carrera.
Finalmente en la recta de meta, miro el reloj y veo que pita el reloj, el km 10. Miro y veo un 35’49”, que no hace justicia con la realidad… La pancarta aun estaba a 50 metros, y no podre bajar de los ansiados 36… intento sprintar, pero no me quedaba nada. Mis compañeros de grupo, aprovechados de mi trabajo durante todo el recorrido, hacen el cambio y me dejan completamente solo… Eso es lo que buscaba yo… eso es lo que me encontre. Hoy por mi, mañana por ti… Finalmente 36’03”, pero la cara de satisfacción lo es todo.
Estaba orgulloso de poder hacer frente al viento, a la soledad, a asumir responsabilidades que normalmente son otros quien la asumen, a afrontar una carrera con los mejores… Esto hace grande el atletismo
45 segundos baje mi MMP de 36’47”
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